No hay una única respuesta a esta pregunta. Afortunadamente hay miles, y Reviste es una de ellas.
Pero ¿qué significa que una ciudad sea generosa como un bosque?
Actualmente nuestras ciudades no son muy generosas, comenzando por el hecho de que no se construyen de manera generosa.
Para Janine Benyus, una destacada pensadora y propulsora del campo de la biomimesis... (¿Qué es la biomimesis? La biomimesis es aplicar soluciones procedentes de la naturaleza a los problemas humanos, en forma de principios biológicos y biomateriales.)
...Janine nos dice que una ciudad generosa es: un asentamiento humano que se acomoda en el medio natural. Pero, al contrario de nuestras ciudades degenerativas y divisivas, esta ciudad generosa cuida de ser regenerativa y distributiva por diseño.
¿Cómo?
Como primer paso del proceso, se empieza observando el ecosistema autóctono de la ciudad -como el bosque, el humedal o la playa más cercana-, y se registra el ritmo al que se obtiene energía solar, secuestra carbono, almacena el agua de lluvia, fertiliza el suelo, purifica el aire, etc.
Luego esos parámetros se adoptan como nuevo estándar de la ciudad, estimulando e inspirando a sus arquitectos para crear edificios y paisajes que sean generosos como un bosque.
Imagínate una ciudad donde en los tejados se cultivan alimentos y se capta energía solar; pavimentos que absorben el agua de las tormentas y luego la van liberando gradualmente en los acuíferos; edificios que secuestran dióxido de carbono, limpian el aire, tratan sus propias aguas residuales y las convierten de nuevo en ricos nutrientes del suelo… Todo ello unido a una red infraestructural en la que se entretejen corredores de fauna silvestre y agricultura urbana. (1)
Y si este tipo de ciudad regenerativa fuera también distributiva por diseño:
Micro redes de energías renovables convertirían cada casa en un proveedor de energía.
Viviendas asequibles conectadas por rutas de transporte público adecuadas harían que la forma más barata de moverse fuera también la más rápida.
Centros empresariales de barrio que permitan a los padres volver a ser padres de nuevo acercando la casa al lugar de trabajo tanto para las mujeres como para los hombres.
Y dado que esta infraestructura regeneradora de vida sería de “alto contacto” (en inglés high touch, un término que hace alusión al trato humano en contraposición a la “frialdad” de la alta tecnología, o high tech). Se generarían nuevos trabajos, porque esta ciudad necesitaría de gente dedicada constantemente a cuidar, gestionar y mantener su capacidad regenerativa, creando así puestos de trabajo cualificados y ricos en significado.
Malas y buenas noticias. La mala: todavía no hay una ciudad así en el mundo. La buena noticia es que hay empresas y proyectos que aspiran a poner en prácticas estos principios de diseño en distintos continentes.
En este artículo te dejo algunos ejemplos recolectados del libro Economía Rosquilla de la economista británica Kate Raworth:
- El Park 20/20, en los Países Bajos, es un parque empresarial diseñado según los principios «de la cuna a la cuna», construido con materiales reciclables, un sistema energético integrado, una instalación de tratamiento de aguas, y tejados que captan energía solar, almacenan y filtran el agua de lluvia, bloquean el calor y proporcionan hábitats a la fauna silvestre. (2)
- En California, la empresa Newlight Technologies recoge las emisiones de metano de las vacas y las convierte en bioplásticos con los que fabrican productos como botellas y sillas de oficina- que han sido verificados de manera independiente como elementos «negativos en carbono», capaces de secuestrar emisiones de gases de efecto invernadero durante todo su ciclo útil. (3)
- En las áridas tierras costeras de Australia Meridional, Sundrop Farms utiliza agua de mar y la luz del sol para cultivar tomates y pimientos. Sus invernaderos de última tecnología aprovechan la energía solar para desalinizar el agua salada, generar calor y producir electricidad, utilizando todo ello para sus cultivos. «No nos limitamos a abordar un problema de energía o un problema de agua - explica Philipp Saumweder, presidente de Sun-drop-; los abordamos de forma conjunta para producir alimento a partir de unos recursos abundantes, y para hacerlo de una forma sostenible.» (4)
- También numerosas aldeas, pueblos y ciudades de los países de renta media y baja están haciendo suyos los principios del diseño regenerativo. Bangladesh aspira a convertirse en el primer país alimentado por energía solar, y está formando a miles de mujeres como ingenieros solares para que puedan instalar, mantener y reparar sistemas de energía renovable en sus propia aldeas." (5)
- En la región de Tigray, en Etiopía, se han regenerado -asombrosamente- más de 220.000 hectáreas de tierra desertificada desde el año 2000 gracias a las comunidades de agricultores que han construido terrazas y plantado arbustos y árboles. Han restaurado laderas antaño estériles convirtiéndolas en exuberantes valles que proporcionan cereales, frutas y hortalizas a los pueblos y ciudades circundantes, al mismo tiempo que secuestran carbono, almacenan agua y reconstruyen el suelo. (6)
- En Kenia, empresas sociales como Sanergy están construyendo retretes higiénicos en los suburbios y convirtiendo el 100% de los desechos humanos que recogen en biogás y fertilizante orgánico que luego venden a las granjas locales, mejorando de este modo la salud humana y creando empleos de los que existe una gran necesidad, al tiempo que reducen la contaminación de nitrógeno e incrementan la fertilidad del suelo."(7)
- De manera similar, en Brasil la empresa emergente ProComposto recoge residuos orgánicos de los restaurantes, viviendas y supermercados de la ciudad, que luego convierte en fertilizante para su uso en agricultura orgánica. Al disminuir la cantidad de materiales biológicos que terminan en el vertedero, la empresa está reduciendo las emisiones de metano, enriqueciendo el suelo con carbono en su lugar, y creando puestos de trabajo. (8)
Estos ejemplos pioneros constituyen una fuente de inspiración, pero todavía plantean importantes cuestiones. Por ejemplo, Los invernaderos de Sundrop Farms se alimentan primordialmente de energía solar, pero de vez en cuando, los días nublados, tienen que recurrir a una caldera de gas de reserva: ¿podrían mantener su éxito sin ella?(9)
Si la producción de plástico a partir de metano que realiza Newlight se ampliara a una escala significativa, ¿podría dar lugar a impactos ecológicos imprevistos?
Hasta la fecha ha habido demasiadas iniciativas de energía solar limitadas al ámbito de aldeas concretas que han terminado con los paneles tirados sin que se utilizaran y sin que nadie los reparara; ¿puede invertirse esa tendencia?
¿Y pueden las empresas que convierten residuos alimenticios en compost orgánico obtener suficientes ingresos para proporcionar puestos de trabajo dignos, a la vez que lo hacen en la escala requerida?
Otro ejemplo son los edificios de Park 20120 están hechos de materiales reciclables; pero ¿realmente llegarán a reciclarse algún día?
En Reviste tenemos el mismo dilema, por muy sostenible que sea el proceso de creación de nuestros revestimientos; recuperando la madera de distintas industrias, procesándola y fabricando productos en reinserción laboral, seguimos teniendo el problema de ¿que pasará una vez que la vivienda o edificio donde se instalaron termine su vida útil o se decida demoler.
Algún día todas las viviendas o edificios serán demolidos para construir uno nuevo y así nuestros revestimientos y varios materiales más pasarán a ser escombros si es que no se piensan desde un comienzo para su desmontabilidad, reincorporación en la industria o reciclaje.
Pero en Reviste estamos convencidos de que no tiene porqué ser así. Ya llevamos un par de años trabajando en un revestimiento desmontable.
Existen varias razones para crear un revestimiento desmontable; la primera, es solucionar este aspecto de circularidad real, de hecho desde el comienzo nos preocupamos de que el producto no fuera mezclado con otros materiales, de este modo es más fácil su reincorporación en la industria una vez termine su vida útil.
Por ejemplo, si yo mezclo concreto con plástico y creó un producto nuevo, luego al terminar la vida útil de ese producto es mucho más difícil reciclarlo o procesarlo para reincorporarlo en la industria porque cada material tiene propiedades distintas. Es por eso que una buena práctica de circularidad es tratar de no mezclar los materiales al momento de reciclar y mantener un grado de pureza en la materialidad del producto que se desea reciclar.
La segunda razón es, que con este aspecto de desmontabilidad también podemos abordar el mercado de los arrendatarios, no solo los propietarios pueden adquirir este tipo de revestimiento sino la persona que arrienda puede instalarlo fácilmente en un departamento que no es de su propiedad y luego llevárselo consigo a la siguiente vivienda cuando se cambie.
Por último, está la experiencia de usuario que queremos crear en Reviste, nos gustaría desarrollar una suerte de plan de fidelización o relación a la largo plazo con nuestros clientes; ofreciendo, en el caso de que el cliente se aburra del revestimiento o se dañe, que pueda cambiarlo por uno nuevo fácilmente y nosotros recuperar el antiguo para reincorporarlo en otro proyecto.
Algo como lo que hace la marca Patagonia con el Take back program, que permite devolver la prenda que ya no usas, ellos te dan un descuento o créditos por esa prenda y así sigues usando los productos de la marca y aportando a la circularidad de esos productos.
Un caso parecido en Chile es el de Ecocitex, pero aún mejor porque no es necesario devolver un producto de la marca sino que puedes traer cualquier prenda a cambio de unos tokens para comprar productos Ecocitex.
Entendemos que este tipo de tecnologías y empresas nacientes tienen que ponerse a prueba y adaptarse para poder validar y ampliar la propuesta a mayor escala, pero también -y de manera crucial-- necesitan contar con un sistema económico que posibilite sus oportunidades y haciéndolas viables como inversiones, y ahí es donde el emprendedor y el economista del siglo XXI pueden colaborar y desempeñar un papel clave.
¿Tienes en mente algún ejemplo de emprendimiento generoso que esté aportando a construir ciudades más generosas? Por favor compártelo con nosotros en los comentarios para incluirlo en el próximo artículo.
Un consumo más consciente es posible.